La Torre de Hércules, antiguo faro romano, es el símbolo de A Coruña. Construida
originalmente a finales del siglo I o principios del siglo II, la torre se levanta en el extremo
noroccidental de la península coruñesa. Tiene una altura de 57 metros y en 2009 fue declarada
Patrimonio de la Humanidad.
La Torre de Hércules y el mito
Son numerosas las leyendas relacionadas con la Torre de Hércules. En una de las
numerosas obras gestadas en la Corte de Alfonso X el Sabio se dice, por ejemplo, que Hércules llegó
a la costa coruñesa montado en una barca. Tras matar al gigante Gerión, construyó una torre sobre
su tumba, o bien sobre el lugar donde había enterrado su cabeza, además de ordenar la fundación de
una ciudad.
Tuvieron que pasar 600 años para que la historiografía se hiciese eco de otra
leyenda que, sin embargo, contaba con el respaldo de una tradición poderosa. En el Libro de las
Invasiones de Irlanda, conjunto de textos escritos en gaélico entre los años 800 y 1200 de
nuestra era, se narra la historia de Breogán, caudillo celta a quien se debe la fundación de una
ciudad en el noroeste de la actual Galicia:
Brigantia,
es decir, A Coruña. Breogán, además, ordenó construir una torre tan alta que Ith, su hijo, pudo
avistar, un día de cielos especialmente claros, el perfil de unas verdes costas meciéndose en el
Atlántico. Ni corto ni perezoso, el intrépido hijo de Breogán decidió visitar aquellas desconocidas
tierras. Por desgracia, los lugareños (los Thuatha Dé Dannan) no se mostraron muy hospitalarios y
lo asesinaron. Al resto del clan no le quedó más remedio que vengar su muerte y así fue como se
produjo la conquista de Irlanda por parte de aquellos «gallegos» del principio de los tiempos. Esta
leyenda recibió una estupenda acogida en los círculos del celtismo, movimiento literario e
intelectual del siglo XIX, impulsado, entre otros, por Manuel Murguía, historiador y esposo de
Rosalía de Castro, y Eduardo Pondal, autor de un poema que se utilizaría para componer el Himno
Gallego, donde directamente se llama a Galicia hogar y nación de Breogán.
La torre de Hércules en la historia
Como vemos, pedigrí no le falta a la Torre de Hércules en cuanto a mitología se
refiere. Ahora bien, lo que nos revelan las fuentes históricas es igualmente interesante. En primer
lugar, sabemos que la torre fue originalmente construida como faro de navegación por los romanos.
Una inscripción al pie de la torre señala, además, que fue erigida por un tal Cayo Sevio Lupo,
arquitecto originario de Aeminium (Coimbra). También sabemos que se acabó de construir en la época
de Trajano, que fue emperador entre los años 98 y 117 de nuestra era. Finalmente, el galaico-romano
Paulo Orosio nos ha dejado la referencia escrita más antigua del faro al mencionarlo en su
Historiae Adversus Paganos de principios del siglo V. Durante la Edad Media la torre
dejó de ser un faro y se convirtió en una fortificación. Pasó entonces por una fase de abandono,
hasta el punto de que sus piedras ayudaron a levantar las murallas defensivas de
A Coruña
y construir el castillo de San Antón. A finales del siglo XVII se llevaron a cabo importantes obras
en la torre a fin de que pudiera volver a desempeñar su antigua función de faro. Aunque la
restauración integral y definitiva tardaría aún más de 100 años. En efecto, fue el arquitecto E.
Giannini quien, en 1791, confirió al faro el sobrio y elegante aspecto actual. La torre ya solo
experimentaría en los siglos posteriores trabajos de acondicionamiento y otras obras de carácter
menor.
Un faro romano para el tercer milenio
La Torre de Hércules despunta con todo su esplendor sobre una pequeña colina en
uno de los extremos de la península coruñesa. Se yergue sobre una base poligonal de 30 metros de
ancho, construida en el siglo XIX. La
Torre de Hércules
presenta una estructura de planta cuadrada de aproximadamente 11, 70 metros de lado y, como ya se
ha dicho, su altura ronda los 60 metros. La pendiente se vence mediante 234 escalones. Después del
último, se llega al espectacular mirador de la cima, donde están garantizadas las mejores vistas no
solo de A Coruña, sino de todo el golfo Ártabro e incluso de las islas Sisargas.
En los alrededores del faro se halla el Parque Escultórico, un magnífico
museo
al aire libre que explota la veta simbólica y legendaria de la torre con obras de artistas, en su
mayoría gallegos, de renombre internacional. Especialmente interesantes resultan el Bosque de
menhires, de Manolo Paz, y el Monumento a los fusilados, de Isaac Díaz Pardo.
Casi dos mil años después de que se pusiera la primera piedra, la coruñesa Torre
de Hércules puede presumir de ser el único faro de origen romano que sigue funcionado en el
planeta. |